Las luces LED tienen una vida útil mucho más larga que la iluminación tradicional, esta es la ventaja más importante de las LED en comparación con la iluminación tradicional. Por ejemplo, los LED Hyperlite pueden durar más de 50.000 horas de funcionamiento, es decir, de 3 a 4 veces la vida útil de la iluminación tradicional (fluorescente, halogenuros metálicos, etc.) y más de 30 veces la vida útil de las bombillas incandescentes. Los LED implican menores costes de mantenimiento y simplemente no fallan durante periodos de tiempo mucho más largos.
La seguridad mejora con las luces LED, las LED emiten mucho menos calor que las soluciones de iluminación tradicionales. Mientras que las luces tradicionales convierten más del 90% de la energía que reciben en calor, las LED sólo convierten un 5% de esa energía en calor evitando así accidentes. Además, los LED pueden funcionar eficazmente en sistemas eléctricos de bajo voltaje utilizando menos energía.
Existen dos términos para hablar de eficiencia energética, eficacia luminosa o lúmenes útiles, básicamente describen la cantidad de luz emitida por unidad de potencia (lúmenes por vatio). El funcionamiento de los LED mejora entre un 70 y un 80% la eficiencia energética de la iluminación de una instalación o edificio, la mejora puede alcanzar en algunos casos hasta un 90% de mayor eficiencia energética dependiendo del tipo de luminarias LED.
Físicamente, los LED son más pequeños que otros dispositivos de iluminación tradicionales. El tamaño medio de los LED es de alrededor de un milímetro cúbico, lo que supone una ventaja importante para la adaptabilidad del dispositivo, ya que los LED pueden adaptarse a una gran cantidad de aplicaciones.
Las luces LED pueden alcanzar tasas de IRC más altas. El índice de reproducción cromática o CRI es una medida cuantitativa de la capacidad de una fuente de luz para revelar fielmente los colores de varios objetos en comparación con una fuente de luz ideal o natural. Una tasa de CRI más alta es una característica deseable para la mayoría de las aplicaciones comerciales y domésticas. Las soluciones de iluminación tradicionales tienen índices de CRI más bajos; sin embargo, las luces LED alcanzan índices de CRI excelentes, generalmente entre 65 y 95 valores, mostrando así los colores reales de cualquier entorno.